miércoles, 6 de febrero de 2013

Personalidad y discapacidad.

El desarrollo de la personalidad en la infancia está mediatizado por una serie de factores que se interrelacionan entre sí y que influyen en la forma de comportarse de los niños.
 En el caso del desarrollo de la personalidad en la primera infancia, uno de los aspectos importantes son las vinculaciones afectivas que establecen los niños tanto con la familia como con los cuidadores y  con todas aquellas personas que tienen algún tipo de relación permanente durante un tiempo con los niños.


En los tratamientos de estimulación temprana, al igual que en educación infantil, la importancia de establecer buenas vinculaciones con los profesionales que llevan el tratamiento favorece la aplicación del mismo y aumentan las probabilidades de obtener resultados positivos.
Los profesionales de esta estimulación temprana y los específicos que suelen intervenir,  tienen una parte de responsabilidad en el desarrollo de buenas vinculaciones con los niños, con su actitud pueden favorecer la empatía y favorecer las relaciones de apego. La vinculación positiva en los tratamientos influye de forma positiva en las sesiones de tratamiento, y viceversa. 



El desarrollo de la personalidad del niño discapacitado puede verse afectada, ya que existe un factor de riesgo de exclusión social y familiar, que junto con las características de los niños discapacitados, aumenta la posibilidad de establecer vinculaciones negativas. Las vinculaciones negativas inciden negativamente en el desarrollo y en el comportamiento.

Para poder establecer vinculaciones positivas  en las sesiones de tratamiento, es necesario tener en cuenta el temperamento del niño, la discapacidad y la labor que estamos realizando, que es una labor terapéutica y educativa. El terapeuta-educador es el encargado de iniciar un espacio empático que permita al niño vincularse según sus características y observar si las relaciones entre niño y familia mantienen un vínculo armonioso ya que es la familia, en este caso, la que tiene un peso específico mayor en las relaciones personales y de desarrollo de la personalidad del niño.

El desarrollo de la personalidad en niños con discapacidad tiene una variable añadida, un factor que determina una actitud ante la vida, que es justamente su discapacidad.
En esta variable, ser un niño deficiente desde el mismo nacimiento o posteriormente,  puede ser, como dice Winnicott (pediatra psicoanalista) una variable positiva o negativa para el desarrollo de la personalidad, ya que el desarrollo de la personalidad y de las características emocionales y los sentimientos que se desarrollan dependen por una parte de tendencias innatas, el temperamento, y por otra parte de la socialización.
En el proceso de socialización la familia es el factor principall, junto con la escuela infantil y los profesionales de estimulación que son agentes sociales que inciden también en esa labor de adaptación social. Son necesarias vinculaciones positivas que permitan la independencia y autonomía de las personas que acuden a las sesiones de estimulación de tal manera que favorezcan la comunicación pero no la dependencia ni del niño ni de la familia al tratamiento.
La comunicación favorece la vinculación positiva, ya que va cubriendo las necesidades propias del tratamiento: ayuda, ajustes y asesoramiento. Estos aspectos son los que favorecen el desarrollo de la personalidad y favorecen indirectamente la vinculación entre niño-familia y profesionales.
El desarrollo de la personalidad, dentro del área social, no debe olvidarse en las sesiones de estimulación temprana, forma parte del proceso de ajustes sociales y del área social, y es un aspecto que normalmente se olvida.




lunes, 4 de febrero de 2013

Aprendizaje social

La teoría del aprendizaje social o TAS es la teoría de que las personas aprenden nuevas conductas a través del refuerzo o castigo, o a través del aprendizaje observacional de los factores sociales de su entorno. Si las personas ven consecuencias deseables y positivas en la conducta observada, es más probable que la imiten, tomen como modelo y adopten.

De los cientos de estudios de Bandura, un grupo se alza por encima de los demás, los estudios del muñeco bobo. Lo hizo a partir de una película de uno de sus estudiantes, donde una joven estudiante solo pegaba a un muñeco bobo. En caso de que no lo sepan, un muñeco bobo es una criatura hinchable en forma de huevo con cierto peso en su base que hace que se tambalee cuando le pegamos. Actualmente llevan pintadas a Darth Vader, pero en aquella época llevaba al payaso “Bobo” de protagonista. Después un gran corro de niños golpeaban al muñeco bobo. Le pegaban gritando ¡”estúpidooooo!”, se sentaron sobre él, le pegaron con martillos y demás. En otras palabras, imitaron a la joven de la película y de una manera bastante precisa.


Esto podría parecer un experimento con poco de aportación en principio, pero consideremos un momento: estos niños cambiaron su comportamiento ¡sin que hubiese inicialmente un refuerzo dirigido a explotar dicho comportamiento! Y aunque esto no parezca extraordinario para cualquier padre, maestro o un observador casual de niños, no encajaba muy bien con las teorías de aprendizaje conductuales estándares. Bandura llamó al fenómeno aprendizaje por la observación o modelado, y su teoría usualmente se conoce como la teoría social del aprendizaje.

ASPERGER

El síndrome de Asperger es un trastorno severo del desarrollo que conlleva una alteración neurobiológicamente determinada en el procesamiento de la información. Las personas afectadas tienen un aspecto e inteligencia normal o incluso superior a la media. Presentan un estilo cognitivo particular y frecuentemente, habilidades especiales en áreas restringidas.

El síndrome de Asperger se manifiesta de diferente forma en cada individuo pero todos tienen en común las dificultades para la interacción social, especialmente con personas de su misma edad, alteraciones de los patrones de comunicación no-verbal, intereses restringidos, inflexibilidad cognitiva y comportamental, dificultades para la abstracción de conceptos, coherencia central débil en beneficio del procesamiento de los detalles, interpretación literal del lenguaje, dificultades en las funciones ejecutivas y de planificación, la interpretación de los sentimientos y emociones ajenos y propios.

En 1944, Hans Asperger denominó este trastorno "psicopatía autista". La causa exacta se desconoce, pero es muy probable que una anomalía en el cerebro sea la causa del síndrome de Asperger. El síndrome de Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo (TGD) o un trastorno del espectro autísta. La principal diferencia entre el síndrome de Asperger y el trastorno autista es que los niños con el síndrome no tienen retrasos cognitivos o del habla. La afección parece ser más común en los niños que en las niñas.


La información la he sacado de Federación española de Asperger y de aquí